viernes, 13 de marzo de 2009

Protégete de la periostitis tibial

La periostitis es una de las dolencias desgraciadamente más comunes del universo del corredor, sobre todo en esta época de cambio de tiempo. Te mostramos los mejores ejercicios para prevenir y curar esta lesión.
Todos los corredores del mundo, muchas veces al margen de su preparación y calidad física, han padecido o padecerán ese dolor localizado en la parte interna de la tibia (espinilla) denominado periostitis tibial. El periostio es la envoltura de los huesos que realiza la función de nexo entre estos y los tendones.
Los músculos se insertan en el hueso a través de los tendones y, cuando corremos, se ejerce una fuerza sobre el hueso proporcional a la intensidad y duración de la carrera. Pero en este cambio otoñal de temperatura y, sobre todo, cuando comenzamos la temporada de duro entrenamiento, la carga muscular repercute en los tendones y cartílagos, lo que incrementa la inflamación del periostio desembocando en molestas periostitis.
El dolor aparece como un ligero pinchazo que va creciendo con el paso del tiempo y del entrenamiento. Cuanto más corremos, más molesta; por lo que cuando se para, la periostitis desaparece para volver a doler cuando volvemos al entrenamiento. Esta patología puede llegar a ser constante si no le prestamos la necesaria atención.
Es bueno que, nada más percibir un comienzo de periostitis, comencemos con el tratamiento de hielo, aplicándolo de 15 a 20 min después de correr sobre el área afectada, acompañando el tratamiento con suaves masajes de Traumeel u otra pomada de tipo antiinflamatorio. Si a pesar de suspender el ejercicio, la molestia persiste, no dudes en visitar a tu médico.
Te proponemos el mejor estiramiento para prevenir y tratar cualquier molestia relacionada con la periostitis.


Estiramiento y localización















Así es realmente tu espinilla





fuente: revista de Runner´s World


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